El viejo Don César.
Alboroté mi cabeza con lo recuerdos de la vieja cuadra donde crecimos mis hermanas, mis amigos, nuestras mascotas, nuestros recuerdos y yo; y quedé bastante picado con la chorrera de acontecimientos y personajes que se aparecieron de nuevo en mi cabeza, latiendo incesantes, como que no pudieran quedar por fuera de comentario. Así que he debido hacer el ejercicio y navegar los recuerdos para plasmar lo que ahora puedo hacerles saber. Resulta que en aquella cuadra de Cali donde vivimos la infancia, la 2da H del barrio la Merced, éramos vecinos de un señor muy amable, muy estimado, muy de todo el viejo. Era oriundo de ese municipio vallecaucano conocido como El Cerrito, y pues tan costumbrista mi viejo querido que hacía lo posible para que la apariencia y el ambiente de su casa (y por ende de nuestra cuadra) no se alejaran mucho de los recuerdos de su mocedad. Se llamaba César, pero como yo fui educado con esa vaina de respetar mayores, le decía Don César (al igual que todos