La Terapia Colectiva

JEEPNEYMANIA La “Jeepneymania ” se ha tomado el blog… ¡Qué pena pues lo monotemáticos! Pero cómo podría no ser así, no ven que con estos avatares Grancomisionistas lo mejor es atesorar por un ratico las cosas del entorno porque quién sabe pa´ donde decide mandarlo a uno el Lord en lo que uno menos piensa... Y ya después ahí si añorando no aguanta. Entonces pues por ahora, además de deleitarnos con las maravillas y los prodigios del Espíritu Santo por acá, también nos impregnamos de un modo u otro de sus maneras de ver la realidad (por la ventana estrecha de un jeepney, por ejemplo), pero sólo para entenderla mejor y darle un tratamiento mas adecuado. En fin, sin más cháchara, un nuevo homenaje a los bichos estos que nos han acogido y transportado a donde hemos podido (porque a decir verdad sólo sabemos ir como a 4 sitios, pero es que es… hmm, un poquito duro entender este tagalog ala)... (Abro encuesta pa que adivinen: ¿cuál es mi favorito?)

Primeros momentos en la Manila subterránea, añorando un puesto en el algún vagón del metro. Primera parada del metro, y primer enfrentamiento con la realidad manilense... A las 7 PM, no hay poder humano que consiga puestico mijo. Con la segunda parada nuestras sospechas se confirmaban cada vez más... No íbamos a poder subirnos al bendito aparato pa que nos llevara a la casa. Dimos con la grata presencia de Mc Gyver a nuestro lado, pero ahi si las esperanzasa se fueron, al observar que sus antiguas artes de hacer lo inexplicable, lo habían abandonado. Tercera parada y tampoco hubo puesto. Una cosita más... A la cuarta parada, empezó a llover. Pues nos tocó huir, salimos trastornados de la experiencia metro. No se pudo. Y huimos de la turba, en busca de un taxi... Sin saber que estaba lejos de terminar la pesadilla del transporte público de Manila...

Les puede ir hasta bien Se da uno cuenta que el Espíritu de Dios convence solito, no es sino que uno se disponga y ahi está para hablar y hacer que hasta el más pintado quede quietico pa la foto y esté atento a lo que le está diciendo. Momentos antes de tomar la decisión de recibir vida en su espíritu pasa de todo por la cabeza de la gente (qué locura, qué pereza, qué bobada, qué boleta, qué tristeza estos loquitos y demás artilugios "mentales"). Pero cuando alguien se lo permite vivir, derrumba todo argumento pasado y "coherente", hace un esfuerzo por nacer espiritualmente; es decir, cuando Jesús entra ahí, como Señor y Salvador, cambia esa casa para siempre... Señoras y señores, pongale pues cuidado que uno también puede hacer lo contrario a lo que ha hecho siempre, y tomar la opción de disfrutar de otra vida gracias a Dios, en las manos de Dios, eso es revolución. Y si no me cree... ¡Pille!

Dentro de las personas que hemos podido concocer en nuestros primeros días en este territorio insular del Asia, una de las que mayor impresión nos ha causado por su amabilidad, por su colaboración, y por su desconocimiento del inglés ha sido el carpintero "Ibarra", que pronuncia su nombre como si sólo tuviera una "R"; es decir, se llama a si mismo "Ibara". Ibara fue recomendado por la dueña de la casa para que nos hiciera el alfolí y el atril del distrito Manila. Con su buena disposición para servirnos en todo, lo tuvimos una semana y media trabajando y comiendo con nosotros como un misionero más. Alguna que otra dificultad se dio en el transcurso de su delegación, debido a la barrera del idioma claro está; ya que el querido Ibara viene de lo más adentro de las provincias Filipinas. Para comunicarnos sus perspectivas y pensamientos, se demoraba alguito... Un ejemplo breve, cuando le dijimos que queríamos cambiar el color del atril por otro, pensó dur

Mamá, papá estoy triunfando, por acá si me sonó la flauta (?), porque vean, ya con un esfuercito les mandé a hacer un jeepney (es que me han gustado tanto esos aparatejos) para que cuando estén por acá (si es que les place darse un roce oriental con nosotros) nos demos un paseo en el carromato este, que es propio. Lástima que el maestro de obra me entendió mal y nos escribió el apellido con "s" al final en vez de nuestra notariada "z", pero bueno, igual, ya podemos decir que la familia Gonzalez tiene un jeepney a su servicio por acá... Y que el pelao esta triunfando ¿no?... Yupi Jeepney!

Ya hablamos del primer mesesito por estos rumbos... Pasó 1 mes. Parezca o no. Calcule pues que hace un mes estaba sentado pero con afán, comiendo arepa boyacense con avena en una tienda de esquina del barrio Palermo; el pedazo capitalino que fue escenario de los acontecimientos y descubrimientos de mi existencia en los primeros meses del año 8 después de 2000. Ole, debo detenerme un instante para compartir algo: ¡qué cosa esa! ¿Por qué será que me gustan tanto las tiendas de esquina? Lo pienso bastante y encuentro esas imágenes que tengo de ellas: llenas de afiches de hace 15 años, donde aún se ve a Higuita, su bigotote y su lunar con un vaso de frutiño, todavía dicen los avisos “Coca-Cola es así” ó “Páginas Amarillas de Publicar –Porque Publicar hace las cosas bien”, hay azúcar en bolsitas de libra o medi a librita de papel Manila, botellas empolvadas, latas de atún con marcas que uno nunca ha visto y jamás comería, roscones que parecen de adorno, y obvio, una señora

El Jeepney y el Yipao Hay cosas que me recuerdan mucho la tierrita por acá en la lejura, pero anoto que la que más lo hace es la imagen de un "jeepney" en las calles de Manila. Por su inmenso parecido y su innegable lazo familiar con el andino "yipao" (¿por qué será que me gusta tanto lo andino, ah?). Para poner en contexto las cosas, explico brevemente: un yipao es un vehículo de transporte arriero de pasajeros y a su vez es una medida de volumen para contar plátanos, café, gallinas, gente, etc, en esta bella región de la patria colombiana. Su primo lejano, el jeepney, es un vehículo automotor de 2 ejes, usado como transp orte público en las Filipinas pero también como deporte extremo (montar en jeepney es una verdadera aventura, déjenme decirles sin temor a equivocarme), en esta ciudad capital de estas bellas islas que tomaron su nombre de Felipe II, rey de España vigente cuando los españoletes se vinieron por estos lares también a montar sus toldos le

En este ocasión The Manila Chronicles le traen a sumercé una mirada un poco dicotómica (ah carachas) de la situación social que vivimos y enfrentamos por estos sitios tan recónditos y amigables. Cabe entonces anotar que los conytrastes están a la orden del día pero... Eso es lo que hay. Por un lado la cara colonial y esmerada de Manila, en la zona de Intramuros. La oficina postal, los puentes y murallas de antes , las estatuas de bronce para héroes de antaño. Y luego... La fascinante y despiadada arquitectura del rebusque filipino, (¿perdón alguien dijo Cartagena?) No les digo que por acá no escampa... Ahi les dejo pues. ¡Pa que admiren y concluyan!

Pues si, pasé otra prueba en Manila, una prueba ardua, una de esas en las que uno piensa que se va a quedar, de las que se encomienda a Dios para que lo deje ver el otro lado y pueda uno recoger las promesas caramba... Me fui a peluquiar hermano... Uff qué paridera ahi sentado, porque uno acostumbrado a que por cinco años seguidos uno iba a donde Glorita, la benemérita madre de Mauricio Velásquez, mi querida vaca saltarina, y no era sino decirle: "Glorita, sorpréndeme" y ya, se quedaba uno estático esperando los buenos estilos de ese lado del mundo... Siempre me mantenía a la vanguardia de la moda capilar colombiana... Que el siete, que el paisita, que el Mc Giver, que las gatas atrás. Pero vea pues, me fui a hacer el "motilado" a Reyes Haircutters, la peluquería de la familia filipina (eso decía la bata del man), y pues bueno, si es jodido que un man del Arte Francés en la sexta te entienda lo que querés, no se imaginan la historia ¡con un filipino miránd

Hablaba hace unos posts atrás (Noticias desde donde el sol nace), que aca en Manila les dió por hacer que el transporte público fuera toda una aventura digna de deportes extemos... Aquí una pequeña muestra de un viaje en triciclo, donde encaramos la muerte alguna que otra vez, gracias a la imprudencia de nuestro triciclista. No se queden sin montarse en uno, aunque imprudentes, estos triciclistads ¡tienen una pericia de miedo! Ponerse de muy turista por aqui le sale a uno por ojito de la cara... Tras de que siente los estertores de la muerte con cada momento trepado en estas vinas, el atraco después del viaje no se hace esperar PHP$200... Qué se le va a hacer si le ven a uno la cara de ario y le pasan la factura cual Bill Gates. Pero no le hace, andar en estas cosas por el centro de Manila es inolvidable... no se diga más. Nota al pie: Se recomienda montarse el primero al fondo, el que se trepa después le toca al filito del asiento... Porque de comodida

A ver, pues ¿qué puedo con tar que valga la pena que algu ien se tome el tiempo de leerlas sin perecer en el intento, víctima de un aburrimiento letal?… En realid ad si creo que hay algunas instancias que vale la pena mencio nar. Uff, una cantidad de cosas, todas increíbles, todas especiales, todas buenas, todas benditas (y pues no digo más “todas…” porque aquí nos quedamos ¿si?). La vida en términos generales podemos decir que si me ha cambiado m ucho (no solo el lugar donde vivo, que está un poquito distante de todo lo que había vivido, unos 15.000 kms mas o menos y 1 3 horas de diferencia), gracias a Dios el propósito que te ngo ahora me lleva a sentirme contento cada día por las vivencias propias y de las personas con las que puedo compartir un mismo sentir. Aunque no deja de ser extraño pensar que cuando yo me levanto la mayoría de ustedes está llegando a la casa de trabajar o de estudiar, o cuando ustedes andan durmiendo, yo ando en las horas de mayor actividad).

¿Qué mas? Metámosle pues el diente al asunto: Nos fuimos a conocer la playa filipina. Pero el recuento viene aquí adelantito… Bueno, como dije, ando “bacaniao” por acá (no mucho, pues digo que ando es contento pero tiempo casi no queda, se trabaja… ¡pa qué!). Las cosas ministeriales (el servicio a Dios muchachos, el servicio…) van muy bien, ya tuvimos la segunda reunión de sábado, pero estamos pensando en pasarla para los viernes porque acá los pelados viven en otras provincias y se van el fincho para esos lugares, lo que ha dificultado que muchos de los evangelizados vengan, además estamos en summer school, entonces los que están acá son muchos menos que los que están en la U regularmente, están pues veraneando materias. Y manos a la masa… Nos fuimos a la playa, a una región que se llama Batangas. Nosotros vivimos en una de las ciudades que hacen parte de Metro Manila, se llama Quezon City (creo que ya había contado) y para ir a la playa pasamos como por 4 de las otras ci

Universidad de Filipinas, evangelizados en Inglés, traduciendo a sus compañeros al Tagalo.

¿Qué mas? Bueno, cuento que por acá todo anda de maravilla, ayer tuvimos nuestra primera reunión de los sábados. Tuvimos un invitado filipino (nuestro primer invitado asiático… jajaja ¡tremendo!), y pues nosotros, en total 9 personitas (qué tal el número) en la  reunión pero fue muy bonita, en inglés completamente off course. Sebastián, el pelado que vino de USA hizo la alabanza, muy bacana, y luego yo prediqué un tema que se llama “El número 9, un nuevo poder”; so in english is like “The number 9, a new power”, qué les gustó mucho a todos acá, y pues fue el mismo tema con el que me despedí de Colombia, so it was a kind of homenaje o de transición espiritual… Bueno, y pues hoy en la mañana llegó el pastu por fin, ahora si estamos todos, toditos, todos… Mañana empezaremos ya labores para conocer más la U P village; o sea, el campus de la universidad de Filipinas, que dicen acá que es la universidad más grande de Asia… ¿Cómo la ves? El calor es tremendo, me hace acorda

¿Entonces qué? Bueno, pa que veá, aqui dándo un pequeño reporte de cómo va la cosa por los lados de los conquistadores de Asia. Escribo desde New York, acá son las 3:38 A.M lo que significa ke en 20 minutos estaré empezando devocional ¿no? Ok, voy con Susana y pues en realidad no hemos tenido ningún inconveniente. Estamos esperando que abran nuestro Terminal para chequearnos y poder soltar este maleterío tan terrible. A las 10 A.M salimos para Hong Kong, y de ahí a Manila, a donde vamos a ir llegando mañana como a las 5 P.M o sea que la cosa esta larga todavía, pero todo bien, nada de nervios. Pasamos en nuestra primera parada por San José de Costa Rica, y pues ahí estuvimos como 3 horitas en las que se aprovechó para dar reporte a las respectivas casas sobre nuestro trayecto. Bueno, pues no canso más, lo que pasa es que con tanto tiempo libre uno pues hasta se inspira alguito. Un abrazo fuerte, cambio y fuera.